Mishpatim - משפטים : "Juicios – Reglamentos / Shabbat Shekalim – “Shekels”
Torá : Exodo 21:1-24:18; (Maftir: Exodo 30:11-16)
Haftará : Jeremías 34:8-22;33:25-26. Haftará Shabbat Shekalim: 2 Reyes 11:17-12:17. En el Shabbat antes del la Luna Nueva de Adar, o en la Luna Nueva de Adar si cae en Shabbat, además de la porción regular de la Haftará también se lee la lectura del Shabbat Shekalim. En años bisiestos Shabbat Shekalim ocurre en Adar II.
Escrituras Apostólicas : Mateo 5:38-42; 15:1-20; 17:1-13; Marcos 7:1-23; Hechos 23:1-11; Hebreos 9:15-22; 10:28-39.
Haftará : Jeremías 34:8-22;33:25-26. Haftará Shabbat Shekalim: 2 Reyes 11:17-12:17. En el Shabbat antes del la Luna Nueva de Adar, o en la Luna Nueva de Adar si cae en Shabbat, además de la porción regular de la Haftará también se lee la lectura del Shabbat Shekalim. En años bisiestos Shabbat Shekalim ocurre en Adar II.
Escrituras Apostólicas : Mateo 5:38-42; 15:1-20; 17:1-13; Marcos 7:1-23; Hechos 23:1-11; Hebreos 9:15-22; 10:28-39.
La palabra Torá en hebreo, ha sido mal traducida en nuestras Biblias como Ley (Las Escrituras Apostólicas la registran en griego como "nomos"). En realidad, Torá simplemente significa "enseñanza," o "instrucción." La Torá está compuesta por los primeros cinco libros de la Biblia que también se les denominan el Pentateuco (derivado del griego). Estos cinco libros se le atribuyen a Moisés, y son: Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
Tanak, es el nombre en hebreo del Antiguo Testamento, es un acrónimo por Torá, Nevi'ím y Ketuvím (Torá, Profetas y Escritos).
La Torá contiene la historia de la creación del mundo, el origen del pecado, la historia del diluvio, y la historia de los orígenes del pueblo de Israel. La Torá es el manual o la guía de todo ser humano. También es la Constitución Nacional del pueblo de Dios, ya que contiene los pactos que Él hizo con ellos.
Mishpatim, es la porción de la Torá que es dada inmediatamente después de los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí. Contiene una serie de reglamentos que son el código de leyes y mandamientos que forman un núcleo para las leyes de la Torá. Viene siendo lo que en la actualidad le llamaríamos un Código de Justica Penal.
El término hebreo para este texto es Sefer haB'rit (El Libro del Pacto). Jeffrey Enoch Feingerg, apunta que: "Sefer haB'rit no es realmente un código legal de mandamientos para ser observado. Mas bien, es una guía de reglamentos escritos para agregar y proveer su aplicación a los principios de Aseret haDibrot (Los Diez Mandamientos)." "...Mishpatim, explica claramente Sefer haB'rit (El Libro del Pacto), instruyendo a los jueces en casos de la ley por una sociedad regida por la Torá. Las reglas promulgan la legislación de los principios fundamentales, Aseret haDibrot (Las Diez Palabras/Pronunciaciones/Mandamientos) que Dios habló a todo Israel en el Sinaí." [Traducido del inglés. Walk Exodus! A Messianic Jewish Devotional Commentary, by Jeffrey Enoch Feinberg, Ph.D. Páginas 106 y 116]
Mishpatim es una de las porciones más largas de la Torá, y tiene una lista de 53 preceptos, 23 positivos (que implican hacer algo) y 30 negativos (que implican prohibiciones). Dicta leyes sobre la servidumbre; sobre las penalidades al cometer homicidios, secuestros, asaltos y robos; penalidades civiles por daños materials; leyes sobre préstamos; leyes que corresponden a los jueces; leyes acerca del maltrato a los extranjeros, sobre orar, y también sobresale la observancia de festividades y sobre las ofrendas de la agricultura que eran llevadas al Templo. Desde que no hay Templo ni Sanhedrín en Jerusalén, ciertas penas establecidas en estos preceptos no están en vigencia. Eso no quiere decir que han sido abolidos.
Los esclavos de entonces deberían ser tratados como empleados, y ser liberados a los siete años de sus servicios. El concepto popular erróneo de "ojo por ojo, y diente por diente...," no se refiere a la venganza (prohido en Levítico 19:18), o a que al que hizo el daño se le debe cortar un ojo o diente (todo el mundo estuviera ciego y sin dientes). Se trata de que debe pagarse una compensación monetaria por los daños ocacionados. De la misma manera cada precepto tiene una explicación que muestra el interés del Señor en traer justicia equitativa al pueblo escogido por Él, que tiene que ser diferente a las otras naciones que le rodean.
Es interesante como este grupo de leyes es uno de esos textos que queremos leerlo rápido, o simplemente pasarlo desapersibido, realmente es algo que nadie quisiera leer. Y una de esas razones es que muchas personas han aprendido interpretaciones erróneas y fuera de contexto, como la que dice que Yeshúa abolió las "leyes de Moisés," o que las "clavó en la cruz," o la de la teología del "reemplazo," la cual enseña que el Señor ha rechazado a Israel y ahora el "Israel espiritual" es la Iglesia.
Al analizar muy de cerca el texto, nos damos cuenta que el pueblo Cristiano ha estado obedeciendo la mayoría de estas leyes aún por mucho mas tiempo de lo que se imagina. Por supuesto que es la penalización de estas leyes la que nuestro Mesías clavó en el madero. Sin merecerlo, nos ha comprado con su sacrificio y su preciosa sangre, para redimirnos, librándonos de la muerte que nos correspondía por el pecado. A esto se le llama "gracia."
Por lo tanto, el concepto de que la gracia está en contra de la Ley de Dios, no es bíblico. Muchos maestros enseñan que las leyes de la Torá son algo maligno, que se oponen a la gracia, que los creyentes ya no estamos bajo la ley, o que si ya recibió a Jesús en su corazón ya no necesitamos preocuparnos por las leyes del Antiguo Testamento. Por el contrario, a la luz de la Palabra Revelada, la gracia y la Ley de Dios van juntas, no pueden ir separadas. [Ver Salmos 1:1-2; 19:7,9; 37:31; 40:8; 119:142,165,174, el Salmo 119 contiene 176 versículos de la adoración del rey David por la Torá de Dios; Proverbios 28:4; 29:18; Santiago 1:25; 1 Juan 2:3-6; 3:4-7; 5:2-3; Romanos 2:13; 2:26-27; 3:31; 6:1-2; 1 Corintios 7:19; Apocalipsis 14:12].
Por medio del profeta Jeremías, el Señor prometió un Nuevo Pacto con Su pueblo: "He aquí, vienen días--declara el SEÑOR--en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos--declara el SEÑOR; porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días--declara el SEÑOR--. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo." [Jeremías 31:32-33]. Viendo el texto de cerca nos damos cuenta que los creyentes de esta época llevamos Su Ley dentro de nuestros corazones. Cuando una persona que no nació en el Israel físico, acepta al Mesías Judío en su vida, automáticamente es injertada en el "Israel de Dios" [Ese es el argumento de Pablo en Gálatas]. La persona que es Judía y acepta a Yeshúa como su Mesías, también pasa a formar parte del "Israel de Dios," según el criterio de Pablo. "Porque no me averguenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego." [Romanos 1:16]
Por lo tanto, el seguidor de Yeshúa, [Judío o no-Judío] tiene la oportunidad de ser parte del remanente de los hijos del Creador, incluyendo el privilegio de guardar la Ley de Dios, no para salvación, sino que por amor. En respuesta a que Él nos amó primero y que por Su Gracia nos ha redimido, consecuentemente le obedecemos y seguimos Su Ley. "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos." [Juan 14:15]
Nuestro Maestro fué explícito al enseñar a sus Talmidím: "No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla. Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos." [Mateo 5:17-19]
La Ley de Dios no es para Salvación, pero si somos sus Discípulos y le amamos, guardemos Sus Mandamientos.
Con Amor en el Mesías Yeshúa,
Su Hermano y Amigo,
René Oswaldo Jaco
Líder del Ministerio Hispano de la
Congregación Beth Adonai.
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