Wednesday, December 21, 2011

La Paciencia Nos Puede Traer Buenos Frutos.

Mikétz - מקץ : "Al Final"
Torá 
: Génesis 41:1-44:17
Haftará : 1 Reyes 3:15-4:1
Escrituras Apostólicas : Mateo 27:15-46; Hechos 7:9-16.

¿Tendrá algún sentido el hecho de pasar muchos años sufriendo injustamente, y en cuestión de horas, llegar a tener el poder de un gobernante imperial? El caso de José parece ser único en su clase, se encuentra registrado en el texto bíblico, le llamamos Mikétz y es la décima lectura del libro de Génesis que corresponde a esta semana.
Tomando en cuenta los acontecimientos registrados anteriomente, es difícil imaginar como una persona puede sufrir tanta injusticia a tan corta edad, José tenía solamente 17 años cuando fué vendido como esclavo por sus hermanos, fué llevado a Egipto en donde pasó una serie de situaciones muy difíciles que cualquier ser humano hubiera terminado esta historia como en una aventura tomada de Hollywood, una especie de Conde de Montecristo, o cualquier otro personaje dispuesto a vengarse de todos los que le habían hecho daño.
Afortunadamente para nosotros los creyentes en Yeshúa, historias como esta, para muchos muy difíciles de entender, nos dejan un claro mensaje del propósito Divino. Como lo expresa el siguiente comentario.
"La vida de José nos demuestra la soberanía de la mano de Dios en las vidas de la humanidad. A pesar de que el mundo alrededor nuestro parezca seguir un curso completamente al azar, en medio de todo, Dios está obrando para Sus Propósitos. Desde el punto de vista de José, no existía ninguna razón para sospechar que Dios lo tenía en mente con sus mejores intenciones. José había sido secuestrado y traicionado por sus hermanos, vendido a Egipto como esclavo, acusado falsamente de atentar adulterio y puesto como prisionero en un calabozo..." [Traducido y adaptado de Torah Club 1, FFOZ]
Aunque José había obedecido las leyes del Dios de sus padres durante todo este tiempo, hasta hoy, todo le salió mal. Dos sueños le trajeron desgracia y dos sueños le llevaron a la exaltación. Ahora vemos como los sueños de Faraón terminan con la horrible pesadilla que José ha vivido por 13 años.
En una clara manifestación de Dios para nosotros, encontramos dos pruebas fehacientes de Su Soberanía:
"El Señor estaba con José..." y también, "...y cualquier cosa que José hacía el Señor la prosperaba." [Lea Génesis 39:2, 21-22].
Dios no solamente prosperaba a José, sino también a aquellos a quienes él servía. En la casa de Potifar como esclavo,
"Y vio su amo que el SEÑOR estaba con él y que el SEÑOR hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía." [Génesis 39:3]
En la prisión como ayudante del calabozo,
"El jefe de la cárcel no supervisaba nada que estuviera bajo la responsabilidad de José, porque el SEÑOR estaba con él, y todo lo que él emprendía, el SEÑOR lo hacía prosperar." [Génesis 39:23].
Finalmente la declaración de Faraón que le exalta por sobre todo el mundo de entonces, "… Faraón dijo a sus siervos: ¿Podemos hallar un hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Y Faraón dijo a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en el trono yo seré mayor que tú."
Confirmación hecha en las Escrituras Apostólicas en el discurso de defensa de Esteban, antes de su martirio: 
"Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él, y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y éste lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa." [Hechos 7:9-10]
Por esta razón, para muchos, José (Yosef en hebreo), es considerado un tipo de nuestro Mesías. Yeshúa HaMashíaj, al igual que Yosef, sufrió el rechazo de sus hermanos [en su ministerio], le colocaron en una cisterna [tumba], le entregaron a las naciones y fué exaltado entre esos pueblos [sus buenas nuevas se esparcieron por el mundo, Hechos 1:8]. Para muchos Judíos, Yeshúa es una invención mas del paganismo, en pocas palabras, al igual que le aconteció a José, aún no le han reconocido, ya sea por sus vestimentas o por su vocabulario de pueblos extranjeros. Mas al regresar, el Mesías se presentará nuevamente ante sus hermanos y ante el mundo, y entonces le reconocerán [Apocalipsis 1:7]. Tal y como José lo entendió muy claramente,“Dios me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran liberación” (Génesis 45:7); todo está destinado conforme al propósito Divino, que todos los seres humanos, logremos llegar al arrepentimiento y que encontremos la salvación, a través de Yeshúa HaMashíaj [2 Pedro 3:8-13; Romanos 11].
Si usted siente que a pesar de estar guardando los Mandamientos de Dios, y que en su vida no termina un problema cuando ya está entrando a otro; o si siente que le han sucedido cosas que considera injustas; le sugiero que siga el ejemplo de aquellos grandes hombres, que como José, fueron grandes no por ser mejores que nosotros, sino por su nivel de fe. Durante muchos años permanecieron manteniendo la esperanza, un sueño, y vieron desde entonces la visión de la redención, la misma que nosotros hemos heredado a través de Yeshúa HaMashíaj.
Rav Shaúl nos recuerda,
"...no os canséis de hacer el bien." [2 Tes. 3:13]. "Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito." [Romanos 8:28].
"Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y hacia la perseverancia del Mesías." [2 Tes. 3:5].

Con Amor en Yeshúa,
Su hermano y amigo,

René Oswaldo Jaco
Líder del Ministerio Hispano de la
Congregación Beth Adonai.

No comments:

Post a Comment