Thursday, June 7, 2012

Una lección sobre Lashóm Hará.




Tazría-Metzorá /מצרע-תזריע : "Conciba" "Leproso"
Torá : Levítico 12:1-15:33
Haftará : 2 Reyes 4:42-5:19; 7:3-20
Escrituras Apostólicas : Mateo 8:1-4; 11:2-6; Marcos 1:40-45; Lucas 2:22-24; 5:12-16; 7:18-23 / Mateo 9:20-26; Marcos 5:24-34; Lucas 8:42-48; Hebreos 13:4.

A excepción de los años bisiestos del calendario hebreo, las porciones que comprenden Tazría y Metzorá se leen en el mismo Shabbat, como en esta oportunidad.
Tazría [תזריע] significa "ella concibe," o "concibe" y está extraída del versículo dos de la misma, "Cuando una mujer conciba y dé a luz un niño..." [Levítico 12:2].
Este texto de las Escrituras nos presenta una explicación de la forma en que el Señor le da a las mujeres una categoría especial inmediatamente después de concebir hijos. Levítico 12 contiene leyes de purificación después del parto. Levítico 13 pasa a presentarnos la forma en que los sacerdotes deberían de examinar y manejar la situación de la infección de Tzara'at [que se ha traducido como lepra] en las personas, artículos personales y propiedades.
Es necesario que se tomen en cuenta dos conceptos hebraicos que son mencionados en esta porción:
Tahor [ritualmente puro o limpio] y Tamei  [ritualmente impuro o inmundo].
En español estas palabras son traducidas como puro / limpio, e impuro / inmundo. La traducción de estas palabras en el Pensamiento Occidental, es que algo o alguien es sucio, desagradable, repulsivo, o como si la persona no fuera moralmente competente. La Escritura no se está refiriendo a esta clase de descripciones.
La mejor forma de describir los conceptos tahor y tamei sería: ritualmente adecuado o ritualmente inadecuado. Estar ritualmente inadecuado significa que una persona está en un estado físico que no es el adecuado para que entre en el Tabernáculo, que participle en el servicio o que coma las ofrendas [sacrificios]. No era un pecado el estar ritualmente inadecuado, pero sí, se relaciona con el pecado original, entonces, sí era pecado participar de los servicios mientras estuviera en esa condición.
Cuando leemos el relato de Lucas 2, sobre el nacimiento del Mesías Yeshúa, vemos como Myriam [María] cumple con el mandamiento establecido en "la Ley de Moisés" [Torá]. "Cuando se cumplieron los ocho días y fueron a circuncidarlo, lo llamaron Jesús, nombre que el ángel le había puesto antes de que fuera concebido. Así mismo, cuando se cumplió el tiempo en que, según la ley de Moisés, ellos debían purificarse, José y María llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor. Así cumplieron con lo que en la ley del Señor está escrito: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor». También ofrecieron un sacrificio conforme a lo que la ley del Señor dice: un par de tórtolas o dos pichones de paloma»." [Lucas 2:21-24 refiriédose a Ex.13:2,12 y a Levítico 12:3,6,8] Lucas está diciéndonos que porque el orígen del Mesías está en el Judaísmo, sus padres cumplieron con los Mandamientos de Dios, dados a travéz de Moisés.
Las leyes de la Torá aseguraban que, en los tiempos del Tabernáculo y del Templo, se le diera un trato especial al maravilloso milagro del nacimiento, y que no simplemente fuera algo mundano. Dios acordonó la concepción con leyes santas que daba a las nuevas madres un estatus especial después del parto.
El relato en Levítico 13, pasa a exponer sobre el manejo que los sacerdotes tenían que hacer con las personas con tzara'at, palabra que mas bien parece un trabalenguas, por lo que se traduce como lepra, lo cual nos desvía un poco de lo que representa, ya que en la actualidad, lo que se conoce como lepra no es idéntico al tzara'at Bíblico. No solo aparecía en las personas como una llaga, sino también como moho en paredes, telas y artículos de cuero.
La enfermedad de tzara'at en una persona la vuelve ritualmente inadecuada. El leproso en la Biblia, si no era aislado, podía contaminar a otras personas y cosas. Al contactar a personas con este mal, era capaz de transmitir la infeccción, por lo tanto, se volvía ritualmente inadecuado. Una persona afligida con la lepra, aunque se oiga grosero, tomaba la categoría ritual de un cadáver.
Después de incontables estudios, los grandes eruditos Rabínicos llegaron a la conclusión que una de las causas más comunes de adquirir la lepra [bíblica] era por la mala legua, o hablar mal, término que en hebreo se dice lashóm hará.
Metzorá [מצרע] se podría traducir como "infestado de tzara'at," a esta enfermedad se le ha dado el nombre de lepra, por tal razón es que en la mayoría de nuestras Biblias en español vamos a encontrar en el texto que esta palabra se ha traducida como "Leproso."
El capítulo catorce comprende leyes muy detalladas con respecto a la manera en que se diagnosticaría la lepra y de la forma en que el "afligido" por la infección debería ser tratado. El capítulo quince relata las leyes que describen como una persona estaría en estado ritualmente inaceptable, debido a ciertas emanaciones del cuerpo, las cuales requieren de un proceso de purificación por medio de la inmersión en un mikvé [o baño ritual].
¿Qué tiene que ver esta porción con el lector promedio? ¿Porqué la Torá invierte mucho tiempo en dar estos detalles? "A menos que usted sea un descendiente de Aarón y que sirva en el Sacerdocio Levítico, las leyes sobre el diagnóstico y la purificación de leprosos, no tendrá ninguna aplicación. La persona promedio nunca tendrá la responsabilidad de distinguir entre un tipo de erupción de la piel y otra, con el propósito de declarar a alguien ritualmente inadecuado. Sinembargo, como lo aprendimos anteriormente, las leyes Bíblicas sobre la lepra tienen implicaciones espirituales. Tradiconalmente, los Rabinos han usado estas leyes para enseñarnos acerca del grave pecado de hablar mal [Lashón Hará]." (Adaptado y Traducido al español de Torah Club 1. Unrolling the Scroll-Metzora. FFOZ.)
Según los comentarios Rabínicos, la aflicción de tzara'at, no es simplemente una enfermedad física, sino que es un castigo Divino que es enviado a uno en retribución de faltas de decoro específicas. Existe, según la tradición Judía, una cantidad de recursos que identifican una variedad de pecados que podrían traernos a la aflicción de tzara'at. El Talmud enlista siete razones por las cuales uno puede ser afligido por esta enfermedad: el chisme, el asesinato, el perjurio, las relaciones sexuales prohibidas, la arrogancia, el robo, y la envidia (Arakhin 16a.) El comentario Kli Yakar se enfoca en tres comportamientos específicos, los cuales son: la arrogancia, el amor al dinero y el participar en lenguaje negativo.
"La palabra es la herramienta de la creación. A través de ella podemos construir a una persona y al mundo. Podemos alabar, alentar y dar confianza. Por otra parte, la palabra también puede usarse para destruir. Como dice el rey Salomón: 'La vida y la muerte están en manos de la lengua.' (Proverbios 18:21). Más allá del daño personal, todos hemos visto como el poder de un chisme - o de un rumor malintencionado - destruye relaciones, familias, e incluso comunidades enteras. Por supuesto, así como la Torá nos prohíbe hablar Lashon Hará, así también nos prohíbe escucharlo. (Lo cual tiene mucho sentido - ya que si yo no puedo escuchar Lashon Hará, ¡entonces tú no puedes hablarlo!). Al escuchar palabras negativas sólo alimentamos nuestro lado negativo y nos hacemos insensibles al efecto que tienen sobre los demás." (Rav Shraga Simmons, Tomado de Aish Latino).
Un estudio más profundo sobre este tema, nos llevará al entendimiento que algunos grupos de Judíos opinan que aunque no es claro si esta es la lepra común de hoy, tzara'at es sencillamente un mal de la piel. Si se pudiera curar esta enfermedad, dicen estos, tendríamos el poder, el conocimiento y la intuición de curar todas las enfermedades, lo cual es una señal de la venida de Mashíaj. Es más, una de las señales de Mashíaj es precisamente tzara'at, ya sea sanarla o adquirirla. "Mas él herido fué por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos nosotros curados." [Isaías 53:5, RVA]
Las Escrituras Apostólicas registran sucesos en los que Yeshúa sana a unos leprosos, y que uno de los principales objetivos de Su Ministerio era sanar la lepra [tzara'at]. (Lucas 5:12-16 y 7:18-23.)
El clásico pensamiento Judío argumenta que la cura de la tzara'at solamente llega a través del arrepentimiento y el perdón. Entre otras cosas comentan que es muy importante que: Aquel que desee estar cerca de Hashém, primero debe abandonar la maldad de sus caminos, y solamente entonces seguir una acción positiva. Esto es basado en el versículo que dice, "El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga." [Salmo 34:12-14].
Yeshúa, gran conocedor del corazón humano, en Marcos 7:21-23, nos dice que el practicar lashón hará [hablar mal] y hacer maldades a nuestro prójimo, tiene su origen en lo más profundo de nuestro corazón.
Cuando leemos entre otros textos Bíblicos: Levítico 19:18; Santiago 2:8; 4:8-12; 1 Pedro 4:8 Marcos 12:28:34; Romanos 13:9; Gálatas 5:14, nos damos cuenta que es el amor al prójimo es la vía principal para corregir la imperfección humana.
Si de verdad deseamos bendiciones para nuestras vidas, procuremos atar nuestra lengua a la obediencia del Creador.

Con Amor en Yeshúa, 
Su Hermano y Amigo,

René Oswaldo Jaco
Líder del Ministerio Hispano de la
Congregación Beth Adonai

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