Thursday, June 7, 2012




La Metamorfósis de la Redención, Las Festividades Bíblicas, y Yeshúa.

Lecturas Durante los Días Intermedios. (Jhol Ha'Moed Pésaj)
Torá: Exodo 33:12-34:26
Maftir: Números 28:19-25.
Haftará: Ezequiel 36:37-37:14 (A). Ezequiel 37:1-14 (S).
[Las Autoridades del Siddur Avodas Yisrael también recomiendan leer el Salmo 78]

Lecturas en el Séptimo Día. (Iom Shevi'i Shel Pésaj)
Torá: Exodo 13:17-15:26
Maftir: Números 28:19-25.
Haftará: 2 Samuel 22:1-51.
[Siddur Avodas Yisrael: Salmo 18]

Lecturas en el Octavo Día. (Iom Ajarón Shel Pésaj)
Torá: Deuteronomio 15:19-16:17
Maftir: Números 28:19-25.
Haftará: Isaías 10:32-12:6.
[Siddur Avodas Yisrael: Salmo 114. Siddur Beis Yaacov: Salmo 136]

Lecturas en cualquier momento durante la Fiesta.
Isaías 52:13-53:12.
Escrituras Apostólicas: Mateo 26-28; Marcos 14-16; Lucas 22-24; Juan 13-21; 1 Corintios 5:6-8; Hechos 1:1-11; Hebreos 1:3-4; Romanos 8:19-25; 2 Pedro 3:1-13.

Es increíble la cantidad de textos que se deben leer en éstos días de las Festividades de la Primavera que incluyen, la Pascua, Los Panes Sin Levadura, Los Primeros Frutos, y el Conteo del Omer. Pero aún más increíble es la forma en que nuestro Creador nos presenta de cómo la existencia real de Su Plan de Salvación permanece para siempre. Cuando estamos  frente a esta gama de textos y enseñanzas, que tanto los Rabinos, los Apóstoles de Yeshúa, como nuestro Maestro mismo nos muestran con mucha devoción y sencillez, no cabe la menor duda de que somos muy ricos con estas bendiciones, que poco a poco van provocando en nuestras vidas lo que yo llamo la "metamorfósis de la Redención."
Veamos primero Jhol Ha'Moed. Algunos eruditos creen que existe la posibilidad de que Ezequiel 37:1-14 es aún otra huella [además del Afikomen] que los primeros creyentes (del Primer Siglo) dejaron en la tradición Judía. Ellos opinan que hayan adoptado el texto de los huesos secos para los días de Jhol HaMo'ed Pésaj para darle honor a la Resurrección del Maestro y más aún que dicha costumbre se esparció en todo el Judaísmo Tradicional.
El término hebreo "Jhol HaMo'ed" se refiere a los días intermedios, no-sagrados de un festival bíblico. Solamente los festivales de Los Panes sin Levadura y de Sukkot contienen tales días. El festival de los Panes sin Levadura es de siete días. La Torá designa el primero y el séptimo días como días de santa convocación en los que el trabajo está prohibido. Los días de intervención son Jhol HaMo'ed, días intermedios. No son festivales de Shabbat o santas convocaciones, pero son parte del festival.
Un séptimo día regular (sábado) Shabbat que cae en un día de los jhol HaMo'ed es llamado Shabbat Jhol HaMo'ed. Shabbat Jhol HaMo'ed no es un jhol (no-sagrado) en realidad; sino que, es santificado por la santidad misma del Shabbat. Nos referimos a no-sagrado, solamente en respeto del tiempo establecido, pero la santidad del Shabbat semanal es más grande que la santidad de los festivales.
Desde la perspectiva apostólica, la lectura no puede estar separada de la histórica recolección de la Resurrección de nuestro Maestro. Dependiendo de cómo reconozcamos la cronología de la semana de la pasión de Yeshúa, el sábado después de su crucifixión coincide, ya sea con el primer día de los Panes sin Levadura o con Shabbat Jhol HaMo'ed. En cualquier caso, el primer sábado [Shabbat] que cae entre los siete días de de los Panes sin Levadura es el aniversario de la estancia en el sepulcro de nuestro Maestro. De acuerdo a Mateo 28:1, Él resucitó de la tumba el sábado en la noche, mientras el Shabbat concluía y comenzaba el primer día de la semana.
El discursoTradicional Judío nos enseña que el Espíritu del Mesías es más exaltado que el de Moisés. Mientras que Moisés es representado siendo extraído del agua y dividiendo el mar, el Mesías es representado encima del agua. El principio del Génesis dice, "y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas." La Tradición Rabínica nos enseña, "Este es el Espíritu del Mesías." En los Evangelios, el Mesías camina sobre la superficie de las aguas.
La porción de la Haftará para el séptimo día de Pésaj es simplemente un salmo, los eruditos creen que 2 Samuel 22 fué escrito por el rey David, inmediatamente después de que sus generales decidieron darle "el retiro obligado" de los campos de batalla, debido a que un descendiente de Goliat llamado Isbe-benob casi le mata en combate, y por su avanzada edad (por favor lea 2 Samuel 21:1-22).
Cuando leemos cuidadosamente el Salmo 18, nos damos cuenta que con algunas variantes, es el mismo que encontramos en 2 Samuel 22. Así como los escribas y sabios antiguos que diseñaron el ciclo torárico, encuentraron las conexiones escriturales con la del Canto de Moisés [Exodo 15] y el Canto de Débora [Jueces 6]. Esas conexiones escriturales son encontradas cuado leemos el Canto de Moisés en la Porción Beshaláj, lo mismo ocurre cuando leemos en esta oportunidad la Porción de la Haftará del Séptimo Día de la Pascua. En este salmo, David alaba al Señor como su fortaleza, su refugio, y por ser su fuerte libertador. Cuenta de las veces que estuvo cerca de morir y llama al Señor su Salvación. En fin es una alabanza de como el Señor le rescató innumerablemente, salvando de esa manera a Su rey ungido.
La Haftará del Octavo Día de Pésaj, contiene profesías esenciales acerca del Mesías y del Reino Venidero, que son importantes para la teología apostólica. Incicia narrando la invasión asiria en contra de Judá y de Jerusalén. Después de predecir la derrota de Asiria, la Haftará nos habla del Mesías venidero y de Su Gobierno sobre el Reino Mesiánico. El Mesías nacería del linaje de la familia de David. El Señor le ungiría con Su Espíritu. Traería justicia al pueblo como un juez justo, y castigaría a los perversos y derrotaría toda maldad. Entonces el mundo disfrutará una paz universal. Hasta los animales depredadores vivirán pacíficamente con los hervívoros. El conocimiento del Señor llenará la Tierra. El Señor recogerá a los exiliados de Su Pueblo de regreso a la tierra de Israel. Nuevamente les guiará a través del Mar Rojo y los sacará de Egipto, dividiá las aguas del Eufrates y les sacará de Mesopotamia. Las tribus de Israel vivirán juntas y en paz, y subyugarán a sus enemigos. Entonces todo Israel cantará canciones de alabanza al Señor.
De acuerdo a la interpretación apostólica, anticipadamente a estos acontecimientos es necesario que exista una transformación del mundo natural tal y como lo conocemos en la actualidad [Romanos 8:19-25; 2 Pedro 3:1-13]. Será el día en que toda la creación volverá a su estado edénico.
Esa es la manera en que la Metamorfósis de la Redención funciona desde el punto de vista profético. Pero también está la parte espiritual, y esa es la Metamorfósis de Nuestra Redención. Considere por un momento en qué nivel espiritual se encuentra en este momento. Considere en qué etapa de esa Metamorfósis personal se encuentra caminando ahora mismo.
Al continuar contando los días del Omer hasta llegar a Shavuót, piense en su ubicación personal con el Creador, después de haber salido de su Egipto personal (el pecado). Asimismo, tome en cuenta el conmemorar con una oración de agradecimiento diaria, los días en que nuestro Mesías estuvo enseñando a sus discípulos después de Su Resurrección. Que Su Rúaj HaKodesh nos ilumine, para que al igual que el rey David podamos dirigir al SEÑOR palabras de alabanza cuando Él mismo nos libere de la mano de todos nuestros enemigos.
"Yo te amo, SEÑOR, fortaleza mía. El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable. Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos. Los lazos de la muerte me cercaron, y los torrentes de iniquidad me atemorizaron; los lazos del Seol me rodearon; las redes de la muerte surgieron ante mí. En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de El llegó a sus oídos." [Lea aquí todo el Salmo 18].

Que el Señor Bendiga Su Palabra. Su Hermano y Amigo,

René Oswaldo Jaco
Líder del Ministerio Hispano de la
Congregación Beth Adonai.

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