Friday, June 22, 2012

El espíritu y el pensamiento de Coré en las congregaciones de tiempos Modernos.


Koráj - קורח : "Coré" 
Torá : Números 16:1-18:32
Haftará : 1 Samuel 11:14-12:22
Escrituras Apostólicas : 2 Timoteo 2:8-21; Judas 1-25; Hechos 5:1-11.

La porción de esta semana es otra de las tristes historias del pueblo de Israel, que nos traen a la memoria la forma en que algunas personas se comportan con tal de obtener el poder de alguna posición que es considerada exitosa. Lamentablemente, esa clase de comportamiento es parte de la vida diaria de la humanidad. Encontramos las mismas historias en los lugares de trabajo, en algunas familias, afecta a ricos o pobres, a famosos o políticos. Lo peor y mas triste es que también ocurre en las comunidades de creyentes.
Coré [Koraj] era el nombre de un importante líder de la tribu de Leví, y también es el nombre de la Parshá de esta semana. En los capítulos 16 y 17 del texto se nos presenta la historia sobre la situación en la que Coré, junto con los rubenitas Datán, Abiram y On, se rebelaron en contra de la autoridad de Moisés y Aarón, también levitas, quienes habían sido nombrados por el Eterno, a ser los líderes del pueblo de Israel. El capítulo 18 es la narración en la que el Señor reafirma el sacerdocio dirigido por Aarón, agregando leyes con respecto al sacerdocio y mas privilegios y responsabilidades para los levitas.
Un comentario Rabínico de esta porción opina sobre la actitud de Koraj:
""En un nivel muy simple, podemos explicar que el propósito de Koraj para hacer argumentos [acerca de ciertas leyes de la Torá] era con la intención de demostrar al pueblo que las leyes que habían sido enseñadas por Moisés eran ilógicas, y que por lo tanto, no podían ser originadas de Hashem. Una vez que el pueblo aceptara la noción de que Moisés estaba actuando por si mismo, tendrían la oportunidad de creer que talvés el hecho de que la designación de su hermano como el Sumo Sacerdote, y su ascenso a ser responsable del liderazgo también eran sus propias desiciones, en vez de ser mandadas por Hashem. Podemos aprender otra lección de los argumentos que Koraj escogió. Cuando se rebeló en contra de Moisés, exclamó que ... "toda la congregación, todos ellos son santos, y el SEÑOR está en medio de ellos." (16:3). Rashi explica que Koraj esperaba llegar al punto en que no existiera ningún motivo por el cual Moisés y Aarón fueran vistos mas grandes que el resto de los Judíos, por que el Señor ha hablado con todos ellos desde el Monte Sinaí. Por lo tanto, el asumir su liderazgo constituye un acto egoísta de auto promoción. [Por supuesto que este argumento se auto destruye al enfrentarlo con la realidad de que el mismo Koraj deseaba ser líder, sin ninguna razón para su propia conveniencia al puesto. Sinembargo, esta es la forma en que aquellos que se involucran en contiendas - frecuentemente fallan en ver que los argumentos que se dirigen en contra de otros aplican igualmente, o hasta son forzosamente aplicados, ¡a ellos mismos!"" [Tomado, adaptado y traducido del inglés, de 'A Daily Dose of Torah' Pg. 2].
Tal parece que la rebelión es una norma que frecuentemente aparece en los textos Bíblicos. Cuando Josué murió, las doce tribus se quedaron sin un liderazgo central. Los jueces fueron los que se encargaron de la administración de las leyes de la Torá y formaban ayuda comunitaria para las campañas militares. Sinembargo, los jueces no fueron capaces de aplicar las prohibiciones de la Torá en contra de la idolatría y el sincretismo. Samuel fué profeta y juez, considerado como uno de los más justos de su clase, tanto que es puesto a la par de Moisés y Aarón (por favor lea Salmo 99:6 y Jeremías 15:1), es quien en su tiempo trajo a la nación al arrepentimiento. Existe mucho parecido en la historia de rebelión de parte de Koraj, de la porción Koraj y la Haftará Koraj, y es posible que por eso los Rabinos escogieron esta porción para su lectura paralela. Se nos presenta en estos hombres de Dios, actos de honestidad y de incorruptiblidad. La integridad es un comportimiento que no tiene precio, y es el ideal de todo creyente. [Por favor compare Números 16:15, con 1 Samuel 12:3].
En ambos casos vemos que estos hechos trajeron fatales consecuencias a los que las iniciaron. En el caso de Coré, él y el resto de rebeldes fueron consumidos vivos por la tierra, en el caso del reinado de Saúl, no finaliza en buenos términos.
Tristemente, lo mismo pudiera estar ocurriendo con algunas comunidades del Cuerpo del Mesías ahora mismo. Se han escuchado historias de congregaciones que cada año pasan por la desintegración y la pérdida de un buen porcentaje de miembros, debido a rebeliones parecidas a la de Coré. Lo único que se necesita para iniciar una rebelión de esta clase, es que uno de los miembros, irresponsablemente empiece a divulgar su descontento con otros que inocentemente caen en la trampa, sin pensar que su rebelión podría estar en contra del Creador mismo.
En otro comentario de los escritores de FFOZ, encontramos interesantes puntos de vista al respecto.
“”En Números 16:1-3, Coré y sus rebeldes comenzaron a questionar la legitimidad de la oficina profética de Moisés. Moisés afirmaba que lo escuchaba directamente de Dios, pero ¿quién iba a decir que era así? ¿cómo iban ellos a saber si realmente era enviado por Dios? Ellos retaron la autoridad de Moisés. Oponerse a la autoridad de Moisés era oponerse a la autoridad de la Torá. En palabras del Talmud de Jerusalén, Coré declaró, “La Torá no fué dada por Dios, Moisés no es un profeta, y Aarón no es el Sumo Sacerdote.” (j. Sanhedrin 50a). De una forma u otra, los creyentes en Yeshúa con frecuencia hemos llegado a la mismas conclusions teológicas. Pareciera que la teología de Coré ha tenido alguna influencia en nuestro pensamiento. A través de nuestra historia, ha sido muy común asumir que la Torá realmente no ha sido dada por Dios. Antes es considerada como un agobiante laberinto de leyes, reglas de hombres y reglas de condenación, nunca intencionadas para los creyentes. Se dice frecuentemente, “La Torá no ha sido dada por Dios, por lo menos, no para los creyentes en Yeshúa.” Este fué el mismo consejo de Coré. Aunque todos admiten con facilidad de que Moisés fué un profeta, su profesía es considerada en muy baja estima. El es considerado un profeta hecho irrelevante por los profetas posteriors que vieron una revelación mas grande. Moisés es tan reducido en su oficina como profeta, que pareciera como si nunca fué un profeta. Sus palabras son ampliamente menospreciadas, que el mismo Coré lo aprovaría. Pero el Mesías aprueba la Torá de Moisés diciendo, “Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla, Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.” (Mateo 5:18-19) En otra ocasión dijo que si no creemos en Moisés no podemos creer en el Mesías. Dijo “Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis sus escritos, ¿cómo creeréis mis palabras? (Juan 5:46-47) Si vamos a ser creyentes en el Mesías, primero tenemos que reconcer la autoridad de las palabras de Moisés. No debemos de unirnos a la rebelión de Coré.""
Estas historias que nos presentan hoy, son para enseñarnos lo que como creyentes deberíamos de hacer en casos como este, con el fin de evitar las consecuencias de la desobediencia. Los líderes no son perfectos, pero si usted no observa que están violando las leyes Divinas, es posible que todo lo que alguien esté opinando sobre ellos sean solamente malas percepciones o calumnias.
Los Apóstoles de Yeshúa escribieron una serie de recomendaciones que hicieron a las comunidades de entonces, que bien nos ayudarían en esta era moderna. Judas por ejemplo, nos advierte:
"Pero vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Yeshúa HaMashíaj, quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu. Pero vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Yeshúa HaMashíaj para vida eterna. Y tened misericordia de algunos que dudan; a otros, salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne." [Judas 17-23].

Con Amor en el Mesías,
Su Hermano y Amigo,

René Oswaldo Jaco,
Líder del Ministerio Hispano de la
Congregación Beth Adonai.


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