Koráj - קורח : "Coré"
Torá : Números 16:1-18:32
Haftará : 1 Samuel 11:14-12:22
Escrituras Apostólicas : 2 Timoteo 2:8-21; Judas 1-25; Hechos 5:1-11.
Torá : Números 16:1-18:32
Haftará : 1 Samuel 11:14-12:22
Escrituras Apostólicas : 2 Timoteo 2:8-21; Judas 1-25; Hechos 5:1-11.
La porción de esta semana es
otra de las tristes historias del pueblo de Israel, que nos traen a la memoria
la forma en que algunas personas se comportan con tal de obtener el poder de
alguna posición que es considerada exitosa. Lamentablemente, esa clase de
comportamiento es parte de la vida diaria de la humanidad. Encontramos las
mismas historias en los lugares de trabajo, en algunas familias, afecta a ricos
o pobres, a famosos o políticos. Lo peor y mas triste es que también ocurre en
las comunidades de creyentes.
Coré [Koraj] era el nombre de
un importante líder de la tribu de Leví, y también es el nombre de la Parshá de
esta semana. En los capítulos 16 y 17 del texto se nos presenta la historia
sobre la situación en la que Coré, junto con los rubenitas Datán, Abiram y On,
se rebelaron en contra de la autoridad de Moisés y Aarón, también levitas, quienes
habían sido nombrados por el Eterno, a ser los líderes del pueblo de Israel. El
capítulo 18 es la narración en la que el Señor reafirma el sacerdocio dirigido
por Aarón, agregando leyes con respecto al sacerdocio y mas privilegios y
responsabilidades para los levitas.
Un comentario Rabínico de
esta porción opina sobre la actitud de Koraj:
""En un nivel muy simple,
podemos explicar que el propósito de Koraj para hacer argumentos [acerca de
ciertas leyes de la Torá] era con la intención de demostrar al pueblo que las
leyes que habían sido enseñadas por Moisés eran ilógicas, y que por lo tanto,
no podían ser originadas de Hashem. Una vez que el pueblo aceptara la noción de
que Moisés estaba actuando por si mismo, tendrían la oportunidad de creer que
talvés el hecho de que la designación de su hermano como el Sumo Sacerdote, y
su ascenso a ser responsable del liderazgo también eran sus propias desiciones,
en vez de ser mandadas por Hashem. Podemos aprender otra lección de los
argumentos que Koraj escogió. Cuando se rebeló en contra de Moisés, exclamó que
... "toda la congregación, todos ellos son santos, y el SEÑOR está en
medio de ellos." (16:3). Rashi explica que Koraj esperaba llegar al punto
en que no existiera ningún motivo por el cual Moisés y Aarón fueran vistos mas
grandes que el resto de los Judíos, por que el Señor ha hablado con todos ellos
desde el Monte Sinaí. Por lo tanto, el asumir su liderazgo constituye un acto
egoísta de auto promoción. [Por supuesto que este argumento se auto
destruye al enfrentarlo con la realidad de que el mismo Koraj deseaba ser
líder, sin ninguna razón para su propia conveniencia al puesto. Sinembargo,
esta es la forma en que aquellos que se involucran en contiendas -
frecuentemente fallan en ver que los argumentos que se dirigen en contra de
otros aplican igualmente, o hasta son forzosamente aplicados, ¡a ellos
mismos!"" [Tomado, adaptado y traducido del inglés, de 'A Daily Dose
of Torah' Pg. 2].
Tal parece que la rebelión es
una norma que frecuentemente aparece en los textos Bíblicos. Cuando Josué
murió, las doce tribus se quedaron sin un liderazgo central. Los jueces fueron
los que se encargaron de la administración de las leyes de la Torá y formaban
ayuda comunitaria para las campañas militares. Sinembargo, los jueces no fueron
capaces de aplicar las prohibiciones de la Torá en contra de la idolatría y el
sincretismo. Samuel fué profeta y juez, considerado como uno de los más justos
de su clase, tanto que es puesto a la par de Moisés y Aarón (por favor lea
Salmo 99:6 y Jeremías 15:1), es quien en su tiempo trajo a la nación al
arrepentimiento. Existe mucho parecido en la historia de rebelión de parte de
Koraj, de la porción Koraj y la Haftará Koraj, y es posible que por eso los
Rabinos escogieron esta porción para su lectura paralela. Se nos presenta en
estos hombres de Dios, actos de honestidad y de incorruptiblidad. La integridad
es un comportimiento que no tiene precio, y es el ideal de todo creyente. [Por
favor compare Números 16:15, con 1 Samuel 12:3].
En ambos casos vemos que
estos hechos trajeron fatales consecuencias a los que las iniciaron. En el caso
de Coré, él y el resto de rebeldes fueron consumidos vivos por la tierra, en el
caso del reinado de Saúl, no finaliza en buenos términos.
Tristemente, lo mismo pudiera
estar ocurriendo con algunas comunidades del Cuerpo del Mesías ahora mismo. Se
han escuchado historias de congregaciones que cada año pasan por la
desintegración y la pérdida de un buen porcentaje de miembros, debido a
rebeliones parecidas a la de Coré. Lo único que se necesita para iniciar una
rebelión de esta clase, es que uno de los miembros, irresponsablemente empiece
a divulgar su descontento con otros que inocentemente caen en la trampa, sin
pensar que su rebelión podría estar en contra del Creador mismo.
En otro comentario de los
escritores de FFOZ, encontramos interesantes puntos de vista al respecto.
“”En Números 16:1-3, Coré y sus rebeldes
comenzaron a questionar la legitimidad de la oficina profética de Moisés.
Moisés afirmaba que lo escuchaba directamente de Dios, pero ¿quién iba a decir
que era así? ¿cómo iban ellos a saber si realmente era enviado por Dios? Ellos
retaron la autoridad de Moisés. Oponerse a la autoridad de Moisés era oponerse
a la autoridad de la Torá. En palabras del Talmud de Jerusalén, Coré declaró,
“La Torá no fué dada por Dios, Moisés no es un profeta, y Aarón no es el Sumo
Sacerdote.” (j. Sanhedrin 50a). De una forma u otra, los creyentes en Yeshúa
con frecuencia hemos llegado a la mismas conclusions teológicas. Pareciera que
la teología de Coré ha tenido alguna influencia en nuestro pensamiento. A
través de nuestra historia, ha sido muy común asumir que la Torá realmente no
ha sido dada por Dios. Antes es considerada como un agobiante laberinto de
leyes, reglas de hombres y reglas de condenación, nunca intencionadas para los
creyentes. Se dice frecuentemente, “La Torá no ha sido dada por Dios, por lo
menos, no para los creyentes en Yeshúa.” Este fué el mismo consejo de Coré.
Aunque todos admiten con facilidad de que Moisés fué un profeta, su profesía es
considerada en muy baja estima. El es considerado un profeta hecho irrelevante
por los profetas posteriors que vieron una revelación mas grande. Moisés es tan
reducido en su oficina como profeta, que pareciera como si nunca fué un
profeta. Sus palabras son ampliamente menospreciadas, que el mismo Coré lo
aprovaría. Pero el Mesías aprueba la Torá de Moisés diciendo, “Porque en verdad os digo que hasta que
pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde
de la ley hasta que toda se cumpla, Cualquiera, pues, que anule uno solo de
estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será
llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y
los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.” (Mateo
5:18-19) En otra ocasión dijo que si no creemos en Moisés no podemos creer en
el Mesías. Dijo “Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí
escribió él. Pero si no creéis sus escritos, ¿cómo creeréis mis palabras? (Juan
5:46-47) Si vamos a ser creyentes en el Mesías, primero tenemos que reconcer la
autoridad de las palabras de Moisés. No debemos de unirnos a la rebelión de
Coré.""
Estas historias que nos
presentan hoy, son para enseñarnos lo que como creyentes deberíamos de hacer en
casos como este, con el fin de evitar las consecuencias de la desobediencia.
Los líderes no son perfectos, pero si usted no observa que están violando las
leyes Divinas, es posible que todo lo que alguien esté opinando sobre ellos
sean solamente malas percepciones o calumnias.
Los Apóstoles de Yeshúa
escribieron una serie de recomendaciones que hicieron a las comunidades de
entonces, que bien nos ayudarían en esta era moderna. Judas por ejemplo, nos
advierte:
"Pero vosotros, amados, acordaos de
las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Yeshúa
HaMashíaj, quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán
tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones;
individuos mundanos que no tienen el Espíritu. Pero vosotros, amados,
edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos
en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor
Yeshúa HaMashíaj para vida eterna. Y tened misericordia de algunos que dudan; a
otros, salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con
temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne." [Judas 17-23].
Con Amor en el Mesías,
Su Hermano y Amigo,
René Oswaldo Jaco,
Líder del Ministerio Hispano
de la
Congregación Beth Adonai.
No comments:
Post a Comment