Pinjas - פנחס: "Finés"
Torá :
Números 25:10-30:1
Haftará : 1
Reyes 18:46-19:21
Escrituras
Apostólicas : Mateo 26:1-30; Hechos 2:1-21; 12:3-4; 20:5-6;
1 Corintios 5:6-8; Hebreos 11:28.
El nombre de Pinjas en hebreo ha sido traducido al español
como Finés. También es el nombre de la lectura de esta semana. Comienza con el
pacto eterno que el Señor realiza con el sacerdote Finés, nieto de Aarón, y su
descendencia, explica que fué porque "...defendió celosamente mi honor e
hizo expiación por los israelitas." [25:13]. A continuación el
Señor ordena otro censo [26], reafirma que Josué y Caleb entrarían a la Tierra
Prometida, resuelve preguntas sobre la herencia con el caso de las hijas de
Zelofehad, de la Tribu de Manasés [27:1-11], anuncia la muerte de Moisés,
dándole la oportunidad de ver la Tierra Prometida [27:12-14], selecciona a
Josué como sucesor de Moisés [27:15-22], y detalla una lista de los sacrificios
para Sus Tiempos Establecidos [Festivales Sagrados 28,29].
Todos esos asuntos son de suma importancia para nuestro
estudio, conocimiento y consideración, los cuales debemos incluir en nuestras
meditaciones diarias. Los textos de esta lectura nos traen una serie de
dificultades. El conflicto y la resolución son peculiares y se encuentran en
cada esquina de la porción.
A pesar de todo, la idea de la continuidad de la obra
redentora de nuestro Señor, también es muy clara, y la podemos encontrar en la
designaciones del sacerdote Finés y de Josué, a fin de que sean los sucesores
de los puestos claves del liderazgo del pueblo de Israel. Vemos en la Haftará
la misma idea, cuando Eliseo es escogido para ser el sucesor de Elías.
Posteriormente vemos que la idea de la "promesa"
redentora en las Escrituras Apostólicas, se cumplen nuevamente cuando el Mesías
Yeshúa escoge a sus Talmidín [Discípulos] como los sucesores de Su Minsiterio,
a fin de que sean proclamadas las Buenas Nuevas de Salvación. Note al mismo
tiempo, como en estos escritos se puede encontrar que siempre en las Santas
Festividades, los miembros del Remanente del Señor padecen persecusión.
El conflicto y la resolución vienen a ser parte de nuestras
vidas cotidianas. Así las personas estén solteras o casadas, sean pobres o
ricas, o de diferente "clase social," raza o cultura, ya sea en el
trabajo, en la familia, la congregación, en la calle, esté de paseo, etc.;
tienen conflictos de toda clase, y necesitan buscar resoluciones, muchas veces
inmediatas, a fin de darle continuidad a la vida. El mundo no se detiene si
tenemos problemas, a pesar de que frecuentemente, así lo sintamos.
Muchas de nuestra dificultades, lo aceptemos o no, son el
resultado directo de nuestra desobediencia a las leyes de nuestro Creador.
Sinembargo vemos como una y otra vez, Su amor por nosotros es más grande, que
siempre El tiene la salida para que nosotros podamos volver a Sus caminos. Ese
es lo que algunos llaman el misterio de la redención.
A pesar de que no entendamos el porqué ciertas acciones que
parecen injustas [conflicto], son parte del Plan Divino, lo cierto es que
estamos muy cerca de la [resolución] porque tenemos libre albedrío.
No tratemos de imitar el celo [santo] del sacerdote Finés,
podría causarnos ceguera espiritual. La actitud de Finés fué
designada por el mismo Dios [Números 25:3-9; 15:30-31; Deuteronomio 13:8-9], no
fué un caso judicial para una corte de la Torá. Finés estaba cumpliendo una
orden directa de Moisés, quien a su vez estaba transmitiendo a los jueces una
orden directa del Altísimo.
El estar colocando nuestras creencias religiosas por sobre
todo lo demás, nos podría estar causando emociones contrarias a la misma Torá.
Necesitamos tener un balance en nuestras vidas.
Si de verdad siente que tiene celos por las cosas del
Altísimo, permita al Espíritu Santo que inunde su corazón. Luego piense por un
instante qué es lo que puede hacer celosamente para el Señor. Orar, estudiar Su
Palabra y desarrollar una intimidad seria con el Creador, le permitirá aprender
a estar tranquilo ante Su Presencia y a tomarse su tiempo a solas con El.
Permita que Su Luz sea vista por las personas que están a su alrededor. Permita
que Su Gloria sea el testimonio que otros buscan, y que puedan ver a través de
su comportamiento.
Los creyentes y Discípulos de Yeshúa necesitamos tener el
cuidado de no imitar los celos de Pinjas. Yeshúa, basado en Levítico 19:18, nos
enseñó el camino del amor.
"Habéis oído que se dijo: "AMARAS A TU PROJIMO y odiarás a tu
enemigo."Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os
persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque
El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e
injustos.Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen
también lo mismo los recaudadores de impuestos?Y si saludáis solamente a
vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los
gentiles?Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es
perfecto." [Mateo 5:43-48].
"ESCUCHA, ISRAEL; EL SEÑOR NUESTRO DIOS, EL SEÑOR UNO ES; Y AMARAS
AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE,
Y CON TODA TU FUERZA."... "AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO."
No hay otro mandamiento mayor que éstos. [Marcos 12:29-31].
Entonces, ¿Qué hacemos los creyentes para darle continuidad
a la obra redentora de nuestro Creador? Guadar Su Palabra. Obedecerle.
Imitarle. Cuando hacemos esto, comprendiendo que nuestros hijos, las jóvenes
generaciones y los incrédulos nos observan. Logramos de esa manera tremendos
cambios sustanciales, ellos verán lo que Dios es capaz de hacer en nuestras
vidas. E inevitablemente, también seguirán Sus caminos.
Con amor en el Mesías,
Su Hermano y Amigo,
René Oswaldo Jaco
Líder del Ministerio Hispano de la
Congregación Beth Adonai.
Excelente enseñanza, gracias, Shalom!
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