Tuesday, January 17, 2012

Las Manifestaciones de Creador y Su Redención


Va'era - וארא : "Y Aparecí"
Torá : Exodo 6:2-9:35
Haftará : Ezequiel 28:25-29:21
Escrituras Apostólicas : Romanos 9:14-17; 2 Corintios 6:14-7:1; Apocalipsis 16:1-21.

Las manifestaciones divinas se dan por todas partes en este texto de Va’era. El mensaje del Creador inicia con un breve relato de Su aparición a los patriarcas (6:3), luego pasa a mencionar las cuatro expresiones de la redención con las cuales el Señor le promete a Israel sacarla de la esclavitud de Egipto (6:6-7). A continuación, describe siete de las diez plagas con las cuales da a conocer Su poder no solamente a Israel, sino al mundo de entonces que se entera de lo sucedido a través de Egipto.
Sobresale el hecho de que esas expresiones de la redención, son las que usamos para el Seder que celebramos en cada Festival de Pésaj y Panes Sin Levadura. En el cual tomanos las cuatro copas: de Santificación, de Liberación, de Redención y de Alabanza. Estos Festivales nos recuerdan, no solamente la liberación de la esclavitud de Egipto, sino que también la muerte y la resurrección del Mesías, quien es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
El mensaje de la Biblia es, siempre ha sido y seguirá siendo, un mensaje de Redención. Es tan simple que todo ser humano tiene la capacidad de entenderlo sin tener que ser un erudito. Sinembargo, las ocupaciones diarias de este sistema socio – económico – político - religioso y la magnitud de interpretaciones de hace muchos siglos, muchas veces erróneas, no le permiten al individuo, ver la sencillez del contenido principal de la Palabra de Dios.
Es el mensaje que en esta oportunidad vemos en el contexto de esta porción.
Después que los primeros intentos de intervención de Moisés y Aarón, dejan un trago amargo para todos, Faraón acrecienta su opresión, los hijos de Israel rechazan a su libertador y Moisés se decepciona y frusta del resultado de su mediación para liberar a sus hermanos oprimidos, el Señor marca en forma decidida el proceso en que cumplirá la promesa que hizo a Abrahám, Isaac y Jacob: 
“Yo soy el SEÑOR, y os sacaré de debajo de las cargas de los egipcios, y os libraré de su esclavitud, y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes. "Y os tomaré por pueblo mío, y yo seré vuestro Dios; y sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os sacó de debajo de las cargas de los egipcios. "Y os traeré a la tierra que juré dar a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os la daré por heredad. Yo soy el SEÑOR." [Ex.6:6-8]
Por supuesto que los hijos de Israel están tan sumergidos en su esclavitud, que lo primero que hacen al escuchar estas palabras es rechazarlas, "De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel, pero ellos no escucharon a Moisés a causa del desaliento y de la dura servidumbre." [Exodo 6:9]
El propósito de Dios para la humanidad es la Redención y la Salvación de cada individuo, como lo establece el Apóstol Pedro:
"El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros,no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento." [2 Pedro 3:9].
Es en esta porción de la Torá que vemos como funciona este proceso: Él nos quita la carga, para liberarnos de la esclavitud, y luego nos redime, para tomarnos por pueblo y para ser nuestro Dios. Nos traerá a Tierra Prometida y luego nos la dará por heredad.
También a travéz del profeta Ezequiel, Él reafirma lo prometido con anterioridad:
"Así dice el Señor DIOS: 'Cuando yo recoja a la casa de Israel de los pueblos donde está dispersa, y manifieste en ellos mi santidad a los ojos de las naciones, entonces habitarán en su tierra que di a mi siervo Jacob. 'Y habitarán en ella seguros; edificarán casas, plantarán viñas, y habitarán seguros, cuando yo haga juicios sobre todos los que a su alrededor la desprecian. Y sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios.'" [Ez.28:25-26]
Aún el Israel actual es una sombra del Reino Venidero, es como un breve ensayo del futuro reino de nuestro Mesías. Se tendría que esperar que el Señor cumpla esos juicios sobre todas las naciones, [Ap.16], para luego ver al "Israel de Dios" tomando por heredad la tierra y la Promesa que le fueron dadas a Abraham, Isaac y Jacob. 

Permítame preguntar: ¿En qué parte de este proceso se encuentra usted en este momento? ¿Le ha permitido al Redentor que libere su vida de la esclavitud del pecado? O al igual que como estaban los israelitas en Egipto, ¿está tan sumergido en la esclavitud, que ha rechazado las palabras de redención? ¿Ha sido redimido al aceptar personalmente el Sacrificio de Yeshúa HaMashíaj? ¿Es usted parte del Israel de Dios?
Dependiendo en qué etapa del proceso de redención se encuentra, no está demás el considerar las palabras del Apóstol Pablo a la congregación en Corinto, quien nos recuerda nuestro compromiso con Dios cuando escribió,
"No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? ¿O qué armonía tiene Meshíaj con Belial? ¿O qué tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: HABITARE EN ELLOS, Y ANDARE ENTRE ELLOS; Y SERE SU DIOS, Y ELLOS SERAN MI PUEBLO. Por tanto, SALID DE EN MEDIO DE ELLOS Y APARTAOS, dice el Señor; Y NO TOQUEIS LO INMUNDO, y yo os recibiré.Y yo seré para vosotros padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios." [2 Corintios 6:14-7:1]

Que el Señor Bendiga Su Palabra.
Su hermano y amigo,

René Oswaldo Jaco
Líder del Ministerio Hispano de la
Congregación Beth Adonai

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